Los efectos del gasto fiscal federal en el federalismo fiscal brasileño

Resumen

El gobierno federal presentó una exención de R $ 400 mil millones en ingresos fiscales en 2015, con R $ 270 mil millones referidos a gastos fiscales y R $ 135 mil millones adicionales a ingresos compartidos con los Estados y Municipios. Los gastos fiscales, dirigidos al sector privado, se concentran en las regiones más desarrolladas del país, mientras que las transferencias directas de recursos fiscales de la Unión a los estados y municipios favorecen a las regiones menos desarrolladas. Como los gastos tributarios corresponden aproximadamente al doble de las transferencias tributarias, los recursos que la Unión renuncia terminan principalmente en las regiones más desarrolladas. Solo el Estado de São Paulo recibió, directa o indirectamente, R $ 92 mil millones del total de exenciones federales en 2015, exactamente la misma cantidad transferida a toda la región del Nordeste. Como resultado de este proceso, la asignación de recursos de la Unión no actúa para reducir las disparidades regionales. Esta monografía defiende la inclusión de los gastos tributarios federales en las discusiones sobre el federalismo brasileño. La propuesta es reducir las diferencias entre las transferencias indirectas de ingresos de la Unión al sector privado con transferencias directas de recursos al sector público. Con este fin, se propone eliminar los gastos tributarios por un monto total del 0,87% del PIB. El final de estas exenciones también tendrá un efecto en los ingresos estatales y municipales. Los impactos de dicho cambio se evaluaron utilizando un modelo neoclásico de equilibrio general. Hubo cuatro escenarios simulados para utilizar los ingresos adicionales: (1) todos los gobiernos aumentan sus gastos; (2) el gobierno federal y los municipios aumentan sus gastos, pero los estados reducen el ICMS; (3) Los estados y municipios aumentan sus gastos, pero la Unión reduce la contribución a la seguridad social; y (4) Solo los municipios aumentan su gasto, los estados reducen el ICMS y la Unión disminuye la contribución a la seguridad social. Los resultados fueron muy sensibles a las políticas adoptadas por el gobierno federal.